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¿Qué dice tu cuerpo sobre tus emociones? Una mirada profunda a los bloqueos emocionales y energéticos


La conexión entre cuerpo y emociones ha sido objeto de interés en disciplinas como la psicología, la neurociencia y las terapias holísticas. Más allá de expresar estados emocionales momentáneos, nuestra postura corporal refleja patrones profundamente arraigados a nivel emocional y energético, que condicionan nuestra actitud ante la vida y nuestras relaciones con los demás y el entorno.


La postura como espejo de los bloqueos emocionales


Nuestra postura corporal no solo expresa cómo nos sentimos, sino que también puede ser un testimonio de los bloqueos emocionales y energéticos que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida. Estos bloqueos determinan cómo priorizamos nuestras necesidades y deseos, lo que a menudo nos lleva a comportarnos de manera automática y repetitiva, como si estuviéramos atrapados en la famosa "rueda del hámster".


Por ejemplo, si en nuestra infancia no se cubrieron adecuadamente las necesidades básicas asociadas con el amor, la seguridad o la aprobación, es probable que hayamos desarrollado patrones de comportamiento destinados a compensar esas carencias. Estos patrones, aunque inicialmente son útiles para adaptarnos, se convierten en bloqueos inconscientes que limitan nuestra capacidad de actuar con libertad y conciencia.


Patrones inconscientes: La piedra en el camino


A menudo nos encontramos tropezando una y otra vez con las mismas dificultades. Esto no sucede solo porque no entendemos lo que hacemos o por qué lo hacemos, sino porque no hemos traído al consciente los bloqueos inconscientes que condicionan nuestras actitudes y decisiones.


Nuestra postura es un testimonio fiel de estos bloqueos. Mientras nuestra mente puede no ser consciente de ellos, nuestro cuerpo los registra y los refleja. Algunas actitudes, si no todas, están moldeadas por experiencias acumuladas desde el momento de la concepción, y otras incluso pueden haber sido heredadas o transmitidas a través de generaciones.


El impacto de estos bloqueos en nuestra vida


Estos bloqueos afectan nuestra manera de relacionarnos:


Con nosotros mismos: Nos pueden llevar a ser autocríticos, exigentes o desconectados de nuestras emociones reales.

Con los demás: Pueden dificultar la comunicación, generar conflictos o perpetuar relaciones poco saludables.

Con el entorno: Nos pueden hacer percibir el mundo como un lugar inseguro o limitante, afectando nuestra capacidad de adaptarnos y crecer.


Por ejemplo, si nuestra postura refleja una tendencia a protegernos (hombros caídos, pecho cerrado), esto puede indicar un deseo inconsciente de seguridad, ligado al miedo o la inseguridad. Si, en cambio, nuestra postura está rígida, ligeramente adelantada y controlada, podríamos estar priorizando la necesidad de control, nacida de una carencia en nuestra capacidad de confiar.


El camino hacia la liberación: Detectar y liberar los bloqueos


Detectar estos bloqueos a través de la observación de nuestra postura, movimientos oculares y otros indicadores corporales es el primer paso hacia la libertad emocional y energética. Una vez identificados, podemos diseñar estrategias personalizadas para liberarlos.


Liberar estos bloqueos no solo nos permite actuar de forma más consciente y auténtica, sino que también nos abre la posibilidad de cambiar nuestras actitudes y construir relaciones más armoniosas con nosotros mismos, los demás y el entorno.


Ciencia y práctica: Un enfoque integrado




La ciencia respalda esta conexión cuerpo-emoción. Estudios como los de Carney, Cuddy y Yap (2010) han demostrado que adoptar posturas diferentes puede influir en nuestro estado interno, mientras que investigaciones más recientes han explorado cómo los patrones corporales reflejan estados emocionales a largo plazo. En SAVAM, llevamos este conocimiento un paso más allá, combinando observaciones corporales con herramientas específicas para trabajar los bloqueos desde su raíz.


Conclusión


Nuestro cuerpo es un mapa que refleja nuestras emociones, deseos y bloqueos. Comprender lo que nos está diciendo nos permite no solo conocernos mejor, sino también transformar nuestra manera de vivir. Liberar estos bloqueos nos da la oportunidad de dejar atrás patrones limitantes, relacionarnos de forma más armónica y vivir con mayor libertad y plenitud.




 
 
 

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